NARRATIVAS VISUALES EN TORNO A LA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA.

           “Si ya que todo el mundo está dentro del espectáculo, no hay razón para que nadie salga de él jamás, tampoco aquel que conoce la razón del espectáculo” 

Jacques Ranciére

Esta propuesta expositiva se fundamenta en una paradoja donde constatamos como se denuncia una manipulación  (en este caso, la mediática)  manipulando. Una ironía de la que hemos querido ser partícipes creando nuestras propias narrativas visuales.

“Las diez estrategias de manipulación mediática” atribuidas a Noam Chomsky, lingüista, filósofo y activista estadounidense, se han difundido por la red de manera considerable, convirtiéndose para  muchos en “fetiche dialéctico, objeto canónico dotado de poder simbólico antisistema”, un decálogo con altas dosis de convertirse para muchos en  dogma doctrinario.

Estas estrategias, si indagamos un poco, nos remite a Sylvain Timsit, texto que forma parte “Armas silenciosas para guerras tranquilas” que a su vez, se basa en otro autor, William Cooper, escritor bastante proclive a  aderezar la realidad con altas cotas de sensacionalismo.

Una confusión que comenzó por un error del medio francés Pressenza, donde la autoría de dicho decálogo se atribuía a Noam Chomsky, pero como argumenta Chomsky “una vez que estás en internet, parece imposible de erradicar”. Carlos Tórtora fue el primer sujeto, según goolge, que publicó el decálogo en español, atribuyéndoselo a Chomsky, y ésta es la traducción oficial al español de un texto escrito en portugues del 21 de Mayo del 2010 del instituto Joao Goulart de Brasil quien decidió ser el primer en dar la autoría a Chomsky.

La  gran paradoja de esta falsa autoría es que irremediablemente se convierte en verdadera, haciendo alarde de los tan corrientes hoy en día fake news.

No nos ha de extrañar, que en un periodo de crisis enquistada, como el actual, de desmantelamiento del estado del bienestar, con un modelo social en vías de extinción, donde impera a sus anchas la incertidumbre y la vulnerabilidad, escritos como este, se conviertan en un sucedáneo ideológico, bastante apetecible a nivel visual, y es por ello, que desde el colectivo enfocArte, de la Universidad Popular de Las Palmas, nos hemos atrevido a narrar  visualmente algunas de las estrategias de dicho decálogo.

Un proyecto participativo, en tanto en cuanto, los mismos componentes de enfocarte han sido tanto los actores sociales que conforman la imagen como los generadores de las mismas. Somos conscientes de estar hoy  viviendo en una sociedad de riesgo, totalmente agrietada, pues  NO formamos parte de un colectividad, sino que el mismo sistema capitalista global que hemos generado, nos evalúa, estudia y utiliza dentro de sus propios parámetros de consumo.

Es por ello por lo que exponemos escenas preconcebidas, esperando a ser consumidas por un espectador ávido, al que se le invita a leer una imagen textualizada, anhelando, al menos, que se genere un discernimiento reflexivo. A modo de cartel planfletario y reivindicativo, hemos querido a partir de la lógica del espectáculo, hacer un teatral  homenaje a Nicolas Bourriaud  y su concepto de “estética relacional”.

Esta estética que sostiene el poder  relacional, las formas activas de comunidad,  de modos de encuentro, de colaboración entre personas, generando un activismo estético, en donde se borran las fronteras entre quienes actúan y quienes contemplan, entre individuos y miembros de un cuerpo colectivo. Un acto de rebelión contestataria por medio de la imagen, como única vía de escape,  actuando en ese único resquicio en el que aún podemos sentirnos medianamente libres.

     Mejor es asumir el riesgo y comprometerse en fidelidad a un Acontecimiento-Verdad, incluso si acaba en una catástrofe, que vegetar en la utilitaria-hedonista supervivencia sin acontecimiento de lo que Nietzsche llama “los últimos hombres”

                                                                                     Slavoj Zizek